Ni las Vistillas ni El Retiro: éste es el jardín más pequeño de Madrid y te encantará
Es la calle más larga de Madrid: tiene más de 600 números y pasa por 16 barrios
Es la calle con el nombre más corto de Madrid: sólo tiene dos letras y está en este barrio
Éstas son las 3 peores marcas de leche de los supermercados en España según la OCU
Si tienes los ojos azules estos son tus antepasados: no es lo que pensabas
Los espacios verdes son uno de los principales atractivos de la capital española. Sin embargo, son tantas las opciones para disfrutar de la naturaleza que muchas veces olvidamos cuál es el jardín más pequeño de Madrid.
¿Lo recuerdas? ¿Podrías decirnos su superficie total? Sigue leyendo, porque seguro que la información te sorprenderá. National Geographic repasa los jardines más pequeños de Madrid, y podríamos apostar a que no eres capaz de adivinar el top.
El jardín más pequeño de Madrid es este
La capital tiene varios espacios públicos y de proximidad que la vuelven una de las ciudades «más verdes» de todo el continente. Incluso, hay publicaciones que se refieren específicamente al tema. Y una de ellas es «Parques y jardines de Madrid», de Antonio Morcillo San Juan. Aprovechando los datos de la guía, podemos profundizar sobre cuál es el parque más pequeño de esta ciudad.
Antonio Morcillo San Juan ha reunido los 120 parques y jardines públicos más importantes de Madrid, con sus distritos, para destacar aquellos que tienen características particulares. Más allá de El Retiro, la Casa de Campo, El Capricho, el Parque del Oeste o Madrid Río, sobresalen los Jardines de Anglona, o Jardines del Príncipe de Anglona, por ser los más pequeños de toda la capital. Ubicados en el corazón de Madrid, en el distrito Centro junto a la plaza de la Paja, cuentan con solamente 700 metros cuadrados.
El jardín, colindante con el antiguo Palacio del Príncipe de Anglona del que toma su nombre, muestra un evidente estilo romántico. Rápidamente los ojos se van hacia sus caminos de ladrillo y la pequeña fuente que fue restaurada recientemente. En un rincón, imposible no asombrarse con el templete metálico con cúpula que le permite al visitante saber en qué esquina se encuentra.
Origen de los Jardines del Príncipe de Anglona
La historia del jardín original, el jardín más pequeño de Madrid, nos remonta a mediados del siglo XVIII, siendo intervenido por primera vez alrededor del año 1810. Justamente fue entonces cuando se decoró para la boda del Príncipe de Anglona que se realizaría en el palacio colindante. Recuperado ren 1942 por el Ayuntamiento de Madrid para darle uso de oficina, pasó a ser municipal en el año 1983.
La forma que se aprecia actualmente es la de las últimas grandes refacciones, que datan del año 2002. Los madrileños suelen utilizarlo para dar paseos lejos de los parques más concurridos, aprovechando ese encanto original que lo hace único en su tipo.
Antiguamente lugar de recreo de los diversos propietarios del palacio, desde la web oficial del Ayuntamiento explican que «aún conserva su estructura original» pese a haber sido intervenido «en varias ocasiones». Detallan que los caminos de ladrillos están aparejados a sardinel -es decir, colocados de canto, en posición vertical, adosados por sus caras-. Esto le da un aspecto curioso.
Una vez en su interior, los arbustos y la pérgola de rosales trepadores son las estrellas de este sitio. Con permiso de la fuente, claro. Todos estos elementos, que invitan a viajar imaginariamente al pasado, fueron incorporados al trazado del jardín por el afamado pintor y diseñador Javier de Winthuysen. Se cree que los Marqueses de la Romana le encargaron esa tarea en los años 20.
A día de hoy, el jardín recibe con los brazos abiertos tanto a los turistas como a los vecinos de Madrid. Para ello, se han colocado instalaciones parcialmente accesibles para personas con movilidad reducida que les posibilitan recorrerlo casi en su totalidad sin temor a sufrir accidentes en el trayecto. Hay bancos en los cuales sentarse, y así apreciar la tranquilidad de este pequeño jardín.
Otros parques «secretos» de Madrid que vale la pena conocer
Por sus acotadas dimensiones, hay otros jardines que suelen pasar desapercibidos para los foráneos y los propios madrileños. Algunos de estos parques son prácticamente «secretos», por lo que allí difícilmente vayas a toparte con muchas personas.
Huerto de las Monjas
Protegido durante décadas por los muros de un convento de monjas que aprovechaban para obtener de allí sus alimentos, puedes adentrarte en él atravesando un pasaje en el número 7 de la calle Sacramento. El convento fue derribado, pero el jardín está intacto.
Jardín Secreto de Salvador Bachiller
En la céntrica calle Montera se levanta este parque urbano que es casi un oasis en medio del bullicio de la ciudad. Sus flores, enredaderas y especialmente su salón de té le dan una apariencia mágica. Hasta pareciera sacado de un cuento de hadas.
Jardín Secreto de Salvador Bachiller
Joaquín Sorolla fue un exponente del luminismo. Su museo es cautivador, y se localiza a un lado de la mansión construida por el artista en 1910 para pasar su vejez. El jardín, de inspiración musulmana pero con objetos europeos, es el protagonista del recinto.
En cualquier caso, en Madrid hay parques y jardines para todo el mundo. Y quizás eso es lo que hace de la capital española una ideal para asentarse si valoras estar en contacto con la naturaleza. Tienes espacios verdes públicos para pasar la tarde y poder ignorar, un rato, tus obligaciones y tus compromisos. Si te gusta la intimidad, los Jardines de Anglona te atraparán.